No ocurre muy seguido que en la vida
uno sueñe algo inolvidable
pero hace tiempo te soñé y no puedo
sacar eso de mi vida y de mi sangre
Te soñé etérea, frágil y volátil
Envuelta en resplandor divino
La dulzura de tu rostro hermoso
Me invitaba a sonreír contigo
Me vi feliz bailando siempre
Al compás del arpa melodiosa
Y al hacerlo me latía el alma
Pegadita muy cerquita de tu boca
Mientras mas yo me gozaba
Tu sonrisa se extendía plena,
Me mirabas con una gran dulzura
Y tocabas mi cabello con cariño
Decía yo: Que sueño tan hermoso
No quiero despertar ya nunca,
Pues así siento que renace el brillo
Cuando yo más me aferraba a tu silueta
Comenzaste a diluirte en el aire
Sentí que te escapabas de mis brazos
Mientras me abatía un gran llanto suspirante
Desperté con lágrimas eternas
Comencé a vivir llorando siempre
Porque se que te soñé conmigo
Cuando nunca me has pertenecido
Nada entre tú y yo jamás ha sido
La verdad pasaste por mi existencia como un sueño
¡Olvidaste pronto mi cariño!
Pero ese tiempo se quedo en mi vida
Tiempo que alimenta mi alma enferma
De tanto suspirar por ti ¡volátil amistad divina!
(Cuanto te quise y que poco duro lo nuestro…
pero el sueño no lo olvido)
jueves, 21 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario